Irrespeto a los simbolos patrios


Utilizo esta entrada como diatriba tras hechos sucedidos en los últimos días con respecto a las glorias deportivas que ha tenido Colombia y comienzo con un "no diga esto, si hace esto", adaptado al coro y a la primera estrofa del Himno Nacional. 



No diga “oh gloria inmarcesible” si se olvida de todas aquellas personas que han hecho grande al país y prefiere gastar su tiempo en individuos de pacotilla.
No diga “oh júbilo inmortal” si constantemente anda renegando de la situación y es el primero que no hace nada.
No diga “en surcos de dolores, el bien germina ya” si es el primer abogado del diablo cuando sucede cualquier cosa negativa.
No diga “cesó la horrible noche” cuando con su actitud influye negativamente en su entorno.
No diga “la libertad sublime” cuando es el primero que apoya cualquier forma de represión.
No diga “derrama las auroras de su invencible luz” cuando es el primero que se dedica a vituperar del prójimo y por lo tanto a ensombrecer el ambiente.
No diga “la humanidad entera entre cadenas gime” si no entiende las problemáticas que tenemos en el país y no aporta.
No diga “comprende las palabras del que murió en la Cruz” si no tiene en cuenta el principio más básico de cuantos dijera Jesús de Nazaret: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Me parece importante resaltar la primera, la tercera y la sexta frase de las anteriormente escritas porque parece ser deporte nacional aquí el estar echando a menos los logros ajenos, o el utilizar a alguien que logró algo importantísimo, como Egan Bernal ganando el Tour de Francia el 28 de julio pasado, para atacar a gente que de algún modo hizo parte de ese proceso para el país, como Nairo Quintana, que ha ganado las otras dos carreras grandes del ciclismo mundial, y pueden remitirse a una de las entradas anteriores donde precisamente digo que Quintana es víctima del vituperio no solo de extranjeros, sino de connacionales ahora que ganó alguien que no fue él, que ha trabajado tanto por ese logro y que por razones de carrera, suyas propias y del equipo, no ha podido lograr.

Inclusive los ciclistas, y en general, deportistas que han ganado en sus respectivas disciplinas, son utilizados de arma arrojadiza para atacar a los futbolistas de Colombia de la selección mayor (la sub-20 es un tema aparte que merecería otra entrada aquí), y no se desaprovecha la oportunidad de mucha gente para atacarlos y oh sorpresa, nadie de los que se queja del fútbol apareció cuando venció Egan el Tour o Nairo tanto Giro como Vuelta. Principalmente indigentes mentales (como llamaría de forma eufemística cierto tuitero español al que sigo y estimo, por no decir personas asquerosas o escoria humana) como Carlos Antonio Vélez que desde su púlpito radiotelevisivo no hacen más que solevar a los borregos que le escuchan.

Basta de borregos y sobre todo, basta de estúpidos que no pueden valorar sin destruir al otro.

Addenda: Darle poder a las personas equivocadas suele traer efectos catastróficos. En cualquier aspecto de la vida, hasta en sitios donde se supone que es un juego lo que se hace ahí y todo se termina llevando a los ámbitos personales. Dios nos dé fuerzas a quienes sufrimos mandatos de ineptos en cualquier aspecto de nuestras vidas.

Salud.

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