La hipocresía del aficionado español

En estos días he visto con cierta pertinacia un fenómeno que aunque debiera ser un lugar común para este servidor que escribe por el entorno con el que se rodea, es algo que le causa particular estupor. Es el cómo mucha gente de España (no digo por extensión de Europa, porque en este país últimamente citado es donde he visto con obstinación dicho fenómeno) trata con dos varas de medir a los deportistas. Si lo amas o si lo odias. O si es extranjero o es deportista local. Sé que me quedo corto en las comparaciones, puesto que pueden haber numerosas dobles varas de medir (inclusive comparaciones estúpidas como la de comparar posiciones distintas en el terreno de juego de fútbol como la de mediocentro y portero).

Una definición que es importante tener clara antes de leer este artículo es la definición de extranjero en este contexto, que en este caso es la persona venida de fuera de Europa.

Vamos al grano. Primero, el caso más reciente, es el caso del ganador de la Vuelta Ciclista a España, Nairo Quintana. El ciclista boyacense tuvo una ronda ibérica muy destacable donde se resarció de un Tour de France donde su actuación no fue la mejor. Desde la primera semana en Lagos de Covadonga (con su victoria de etapa) demostró tener madera de campeón. Luego, su trabajo y el de su equipo Movistar era el de mantenerlo arriba, aunque Alberto Contador le diese una mano enorme en la etapa más corta de La Vuelta en la etapa 15. Luego de la etapa contrarreloj de la etapa 19 conservó su camiseta de líder y solamente le quedaba la etapa del Alto de Aitana (la vigésima) que saldó sin mayores inconvenientes y aquí es donde viene uno de los primeros cuestionamientos.

Entre los minutos 1:35 y 2:01 del vídeo que suministro arriba, Nairo Quintana adelanta a Chris Froome, su más acérrimo rival en las carreteras, luego de que el británico intentase hasta en diez oportunidades salir atacando. Luego del adelantamiento y de finalizar Nairo, Froome le aplaude. El siguiente tweet es la declaración de Froome luego de dicho aplauso:

Chapeau @NairoQuinCo & @Movistar_Team 👏
I gave it my all 😌
Thank you @teamsky & @lavuelta #LV2016 pic.twitter.com/K70FyAjzSk

— Chris Froome (@chrisfroome) 10 de septiembre de 2016

 Pero claro, muchos enterados (españoles) pensaron en el momento que era un aplauso sarcástico y era feo el gesto de Nairo Quintana, y el mismo boyacense tuvo que salir a disculparse el día de la última etapa (es decir, ayer). Quienes defendíamos el gesto éramos únicamente los colombianos, interpretándolo de la misma manera que lo hizo Froome. Mi pregunta es la siguiente: ¿Si Alberto Contador fuese el del maillot rojo en ese momento y le hiciese eso a Froome, dirían lo mismo? CLARO QUE NO, puesto que es compatriota. Primer ejemplo de doble moral.

Segundo ejemplo de doble moral: la situación compleja de James Rodríguez en el Real Madrid. Parece que hay gente que se niega a ver los hechos en cancha para ver que James es de lo mejor que existe en las posiciones del medio del campo en el mundo. Lo primero con lo que me saldrá la gente es su problema de vagancia en entrenos y que por algo Zidane no le pone. Un jugador de estos lo que necesita es CONFIANZA, cosa que proveen los minutos. ¿Tiene jugadores mejores que él en cancha? Pues nada, habrá que trabajar, pero desde que exista confianza entre jugador y entrenador, lo demás va prácticamente solo. El caso James lo pongo porque hay quien dice que Francisco Alarcón, Isco, es mejor que él (cuestiones de prensa, y hay gente que pica el anzuelo). No hay que ser ingeniero de la NASA para afirmar que eso es una absoluta falacia, los datos se consiguen en cualquier sitio deportivo que los recabe. Encima usar a un joven como Marco Asensio para compararle, también es perjudicial para el mismo joven (por inflarlo demasiado, y un jugador al que se infla demasiado termina mal, véase los casos de Freddy Adu o más recientemente Marlos Moreno) y un insulto a quien haya seguido atentamente la carrera de James como profesional desde Envigado, su paso por Banfield y el Porto.

Ya con estos ejemplos, puedo concluir con sinceridad que esta hipocresía del aficionado español es derivada de su propia prensa y sus actitudes destructivas. Menospreciar selectivamente al deportista extranjero (porque pasa con los que no convienen a los intereses particulares) es pan de cada día en las redacciones al otro lado del charco (sean periodísticas o sean de twitteros). Cuando se den cuenta de que ese deportista extranjero al que tanto atacan vale la pena, quizás ya se haya retirado y tengan que ver únicamente esas características que tanto despreciaron en su día en vídeos antiguos y no en directo.